Reflexiones sobre la concepción actual de la delgadez y la gordura y sus consecuencias
El tema de la alimentación y su relación con el peso corporal ha venido adquiriendo importancia, a menudo se toca en espacios televisivos, en los periódicos, en documentos del sector salud y hasta en pláticas de café. Son muchos los aspectos que se han conjuntado para que este tema sea del interés de prácticamente todo el mundo.
Buscando las razones destaca, como lo menciona Fuentes (2002), que la gran mayoría de las personas, con frecuencia desde la adolescencia, tenemos preocupaciones en torno al peso corporal y nos sentimos obligados a mantenernos jóvenes y delgados.
A pesar de esta preocupación por mantener la esbeltez; el sobrepeso y la obesidad son problemas que se presentan con gran frecuencia, pero el discurso sobre el tema parece privilegiar la atención a la anorexia y la bulimia como los trastornos alimenticios más importantes.
Reflexionar brevemente sobre este hecho, las concepciones que en buena medida lo causan y alguna de sus consecuencias es el objetivo de este documento.
¿Qué significa estar delgados? ¿Qué significa estar gordos?
Muchas cosas se pueden decir al respecto de lo que hoy representan la delgadez y la obesidad respectivamente. Todos hemos escuchado opiniones y, seguramente hasta reaccionado ante alguna persona, asumiendo que la delgadez es mucho más respetable, sana, atractiva y adecuada que la gordura.
La preocupación por mantenerse en cierto peso no es nueva y a lo largo del tiempo ha ido creciendo y arraigándose.
En México, como lo menciona Fuentes (2002), a partir de la década de los sesentas se observa, al menos en lo que corresponde a anuncios publicitarios, una clara tendencia a incluir información relacionada con la conservación de la juventud y el cuidado del peso corporal.
La sugerencia de cuidar el peso para preservar sobre todo la juventud, ha ido evolucionando, actualmente las concepciones que se tienen de la delgadez y la gordura le dan a estas condiciones un significado particular y muy profundo en cuanto a la influencia que guarda con la vida de las personas, Contreras (2000) describe muy bien este aspecto cuando apunta que:
La delgadez no sólo es presentada como atractiva, sino que se asocia con el éxito, el poder y otros atributos altamente valorados. En cambio, la gordura es considerada física y moralmente insana, obscena y propia de perezosos, de glotones. Las evaluaciones positivas y negativas del físico reproyectan, por inferencia, a patrones típicos de conducta correlacionados con atributos morales: autocontrol y autoindulgencia respectivamente.
Además de la presión que han venido ejerciendo los medios de comunicación, la medicina, cada vez con más énfasis, insiste en la necesidad de mantener un peso corporal saludable para disminuir factores de riesgo de importantes afecciones, tales como hipertensión, diabetes, osteoartritis, apnea y cáncer (IMSS s/f). Así que se suma a la exigencia por estar delgado, el cuidado de la salud.
El conjunto de estos planteamientos ha hecho que todas las personas o al menos la mayoría de ellas se encuentran preocupadas por mantenerse en su peso ideal y aún más, se sienten obligadas a hacerlo, ya sea para no correr el riesgo de andar por el mundo mostrando feos defectos personales o para garantizar, a los demás y a sí mismos, que están cuidando responsablemente su salud.
Cabe preguntar ¿el peso corporal dice tanto de las características de una persona? Pareciera que no, si bien sin duda en muchos casos tiene que ver con hábitos alimenticios, esto no tendría porqué llevarse al terreno de características de la personalidad como tales, no parece haber evidencia alguna de que las determine.
Algunas consecuencias de estas concepciones
Una de las consecuencias más graves de esta manera de entender la delgadez y la obesidad parece ser que, incluyendo a veces a la investigación, la anorexia y la bulimia son concebidas como enfermedades a tratar y el sobrepeso y la obesidad, desgracias producto de la débil voluntad personal, como muy bien lo ilustra un reality show que actualmente se transmite por la televisión mexicana.
La anorexia y la bulimia se entienden como padecimientos altamente complejos que requieren de atención y cuidado inmediato. Y no es que esto sea falso, pero si se contrasta con la visión de la obesidad, es muy claro que ésta de ninguna manera se entiende como una condición que requiera atención, más allá de dejar de comer a fuerza de disciplina personal.
Por ejemplo el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales para los Trastornos de
En México, las cifras disponibles parecen mostrar que la anorexia y la bulimia van en aumento. Según el Centro Nacional de Salud Reproductiva (2004) las consultas en el Instituto Nacional de Psiquiatría por estos trastornos, pasaron aproximadamente de
Por otra parte, los resultados de
Las cifras hablan por sí mismas y revelan que la gran presión y aún la preocupación por permanecer delgado, no incide en la realidad de muchas personas; muy pocas son las que logran mantenerse delgadas, quizá sólo aquéllas cuya predisposición genética no incluye la tendencia a engordar.
Es posible que esta aparente contradicción tenga su origen en otras entre las que guarda un lugar importante el hecho de que exista la exigencia enfática de conservar determinado peso corporal para mantener la salud, ser bello y denotar autocontrol, al mismo tiempo que una gran oferta y variedad de comida de calidad muy diversa. Como dato al margen, cabe apuntar que está ampliamente documentado que la publicidad relativa a la comida chatarra, generalmente presenta mensajes, implícitos pero efectivos, dando al consumo de tal o cual producto la posibilidad de hacer felices a las personas o corresponder a familias perfectas, lo que ha funcionado y funciona muy bien como estrategia para favorecer el consumo muchas veces indiscriminado. Entonces el mensaje es: se delgado pero come todo, fuerte contradicción como es obvio.
Seguro que de investigar los conflictos con la comida más profundamente de lo que hasta ahora se ha hecho, se sacarían a la luz otras contradicciones importantes que abonan a esta situación y, sobre todo, sería posible orientar mejor las acciones para que la población consiga un peso saludable y se pueda evitar caer en padecimientos tales como la obesidad, la bulimia y la anorexia.
Hace falta investigación desde muchas perspectivas pero hay dos temáticas que podrían considerarse urgentes, la enfocada al tamaño real del problema de los trastornos alimenticios como tales, considerando el consumo compulsivo como uno de ellos; y la referida a analizar si las ideas prejuiciosas al respecto, las exigencias derivadas de los mismos y el tratamiento en los medios a los trastornos alimenticios, incluida la obesidad, funcionan en conjunto, como mecanismo promotor o potenciador de todos estos padecimientos.
Referencias
Centro Nacional de Salud Reproductiva (2004) Guía de trastornos Alimenticios
Recuperado el 27 de mayo de 2008 de
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/guiatrastornos.pdf
Contreras, J. (2002) La obesidad: una perspectiva cultural. Recuperado el 31 de mayo
de 2008 de http://es.salut.conecta.it/pdf/contreras.pdf
Espíndola, José Luis. Pensamiento Crítico, en: Reingeniería Educativa, México,
Colección Biblioteca de
Fuentes, V. (2002) Representaciones de los cuerpos femenino y masculino, salud y
enfermedad. Una revisión de los anuncios publicitarios del Excélsior (1920-1990).
Recuperado el 9 de mayo de 2008 de
http://www.publicaciones.cuesh.udg.mx/pperiod/lamentan/Ventana16/16-7.pdf
Giaconi G. (1994) Los desafíos de la salud pública. Boletín de la escuela de medicina
de
2008 de http://escuela.med.puc.cl/pub/boletin/SaludOublica/DesafiosSalud.html
Gutiérrez, L. (1999), Lo que el título del trabajo significa. Recuperado el 14 de diciembre
de 2007 de http://www.geocities.com/CapeCanaveral/Hall/4609/titulo.html
Hernández, G.(2006) Las influencias familiar y social en la anorexia y la bulimia, el caso
de Saltillo, México. Recuperado el 2 de junio de 2008 de
http://www.uvmnet.edu/investigación/episteme/numero8y9-06/reportes/a_anorexia.asp
Instituto Mexicano del Seguro Social (s/f) Nutrición y Obesidad. Recuperado el 11 de junio
de 2008 de http://www.imss.gob.mx/nutricion
Instituto Nacional de Salud Pública.(2006) Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
Recuperado el 21 de mayo de 2008 de
http://www.insp.mx/ensanut/ensanut2006.pdf
Instituto Nacional de Salud Pública. (2003) Validación de un cuestionario breve
Para medir conductas alimentarias de riesgo. Recuperado el 21 de mayo de
2008 de http://www.insp.mx/rsp/articulos/articulo.php?id=000113
Lora C, Saucedo Teresita.(2006) Conductas alimentarias de riesgo e imagen corporal
de acuerdo al índice de masa corporal en una muestra de mujeres adultas de la
Ciudad de México. Recuperado el 21 de mayo de 2008
Organización Mundial de
junio de 2008 de http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/print.html
Universidad de Antioquia (2003) Últimas palabras y Definiciones de salud pública de
Milton Terris. Recuperado el 3 de junio de 2008 de
http://guajiros.udea.edu.co/fnsp/revista/vol_21-2/13%2021-2%20Milton%20Terris.pdf